¿Qué es el estrés y sus efectos en el cuerpo?
Descubre qué es el estrés, una respuesta natural del organismo ante presiones, y sus efectos en el cuerpo como fatiga, problemas cardíacos y debilitamiento inmunológico. Información clave para entender este fenómeno común en la vida moderna.

El estrés es una reacción fisiológica y psicológica natural del cuerpo humano ante situaciones percibidas como amenazantes o demandantes. Esta respuesta, conocida como 'lucha o huida', prepara al organismo para actuar rápidamente liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. Aunque útil a corto plazo, el estrés prolongado puede tener efectos negativos en la salud física y mental.
¿Qué es el estrés?
El estrés se define como la respuesta adaptativa del cuerpo a estímulos externos o internos que alteran el equilibrio homeostático. Fue descrito por primera vez por el endocrinólogo Hans Selye en la década de 1930 como el 'síndrome general de adaptación'. En esencia, involucra la activación del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, que libera hormonas para mobilizar energía. Existen dos tipos principales: el estrés agudo, breve y beneficioso, y el estrés crónico, persistente y perjudicial.
Estrés agudo: Respuesta inmediata a un peligro, como escapar de un accidente de tráfico.
Estrés episódico agudo: Estrés repetido en personas con estilos de vida caóticos, como profesionales bajo presión constante.
Estrés crónico: Exposición prolongada, común en entornos laborales tóxicos o problemas familiares.
Efectos fisiológicos inmediatos del estrés
Cuando se activa el estrés, el cuerpo experimenta cambios rápidos para priorizar la supervivencia. La frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan, los músculos se tensan y la respiración se acelera para oxigenar mejor los tejidos. Se inhibe la digestión y el sistema inmunológico temporalmente para ahorrar recursos. Estos efectos son adaptativos en situaciones puntuales, pero repetidos generan desgaste.
Aumento de adrenalina: Provoca taquicardia y sudoración, preparando para la acción.
Liberación de cortisol: Eleva el azúcar en sangre para energía rápida.
Tensión muscular: Puede causar dolores de cabeza o mandíbula apretada.
Efectos a largo plazo en el cuerpo
El estrés crónico daña múltiples sistemas orgánicos al mantener altos niveles de cortisol. Afecta el sistema cardiovascular, incrementando el riesgo de hipertensión e infartos. En el sistema digestivo, provoca gastritis, úlceras o síndrome del intestino irritable. Además, debilita el sistema inmunológico, haciendo al cuerpo más susceptible a infecciones y enfermedades autoinmunes.
Otros impactos incluyen alteraciones hormonales que afectan el sueño, el apetito y el peso. Estudios de la American Psychological Association indican que el estrés prolongado acelera el envejecimiento celular mediante el acortamiento de los telómeros.
Problemas cardíacos: Mayor riesgo de arritmias y aterosclerosis, como en trabajadores con burnout.
Trastornos digestivos: Ejemplo en estudiantes durante exámenes, con diarrea o estreñimiento.
Debilitamiento óseo: El cortisol excesivo reduce la densidad mineral, contribuyendo a osteoporosis.
Ejemplos reales y consecuencias comunes
En la vida cotidiana, el estrés laboral afecta al 77% de los trabajadores según encuestas globales, generando fatiga crónica. Durante la pandemia de COVID-19, muchos experimentaron 'estrés postraumático' con insomnio y ansiedad. Atletas bajo presión competitiva muestran elevación de cortisol que impacta su rendimiento y recuperación muscular.
Conclusión
Entender el estrés y sus efectos en el cuerpo es clave para promover un bienestar integral. Mientras que en dosis moderadas motiva y protege, su acumulación erosiona la salud. Reconocer señales tempranas permite intervenciones oportunas para mitigar daños.